Déjame leer cada poro de tu piel,
déjame ser ese loco
que maneja las manecillas de las fantasías.
déjame ser ese loco
que maneja las manecillas de las fantasías.
Déjame ser el verbo
inexacto que arde en ti
que me empapa de placer
y así recorrer la silueta continua de tu
suave ironía
Déjame desabrochar
uno a uno
los botones
de tus
besos
y mandar bien lejos el puto dolor
que provocan las grandes ausencias.
Déjame lamer las heridas
y bajar la cremallera de las emociones.
Sin tenernos que dar muchas explicaciones.
Déjame escribir en tus curvas
sobre ese pequeño vicio salvaje que
reclama amor,
ternura
y porque no, algo de guerra,
en cada uno de
los latidos de tinta roja que
resuenan en los amaneceres de San Sebastián.
Déjame ser ese engranaje indestructible
que te recuerde que se te echa de menos
entre
sonrisas,
jadeos
y
versos provocadores.
.
Déjame ser caricia random
y buscarte
bajo la sábana de un manto de estrellas,
que me empapa de placer
y así recorrer la silueta continua de tu
suave ironía
Déjame desabrochar
uno a uno
los botones
de tus
besos
y mandar bien lejos el puto dolor
que provocan las grandes ausencias.
Déjame lamer las heridas
y bajar la cremallera de las emociones.
Sin tenernos que dar muchas explicaciones.
Déjame escribir en tus curvas
sobre ese pequeño vicio salvaje que
reclama amor,
ternura
y porque no, algo de guerra,
en cada uno de
los latidos de tinta roja que
resuenan en los amaneceres de San Sebastián.
Déjame ser ese engranaje indestructible
que te recuerde que se te echa de menos
entre
sonrisas,
jadeos
y
versos provocadores.
.
Déjame ser caricia random
y buscarte
bajo la sábana de un manto de estrellas,
con la luz apagada.
¿Te atreves a contarlas?
Tú déjame...
déjame precipitarme.
Déjame embriagar en tu boca.
¿Te atreves a contarlas?
Tú déjame...
déjame precipitarme.
Déjame embriagar en tu boca.
Déjate de San Valentines,
Capull@s
y hostias
que ansían tener la cita perfecta.
Déjame buscar el
te quiero
en tus ojos,
sin cerrojos ni contraseñas.
Déjame buscarte
en mi realidad paralela
y volver a ser coincidencia.
Déjame ser ese suspiro
Capull@s
y hostias
que ansían tener la cita perfecta.
Déjame buscar el
te quiero
en tus ojos,
sin cerrojos ni contraseñas.
Déjame buscarte
en mi realidad paralela
y volver a ser coincidencia.
Déjame ser ese suspiro
que desea ser
posdata de tus gemidos
y
quedarme ahí para siempre.
y
quedarme ahí para siempre.
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