Eres mi gran aliciente.
Sigo incansable el guión de tu respiración
y el de los gemidos que aparecen por sorpresa
bajo tu piel (desestabilizandolo todo).
Sigo preso de tu belleza
acústica,
de cada una de tus mañanas,
de las canciones de autor que colocas día a día en tu boca.
Sigo gritando tu nombre en sol menor
en mitad de la tormenta (mojándome en sus notas)
para que vuelva amanecer en la ciudad.
Sigo la
atracción de mis latidos,
los mismos que me hacen izar bandera
cada vez que te pienso.
Sigo levantándome con las mismas ganas
de buscarte, sino más.
Sigo esperándote en el silencio,
de puntillas,
en nuestro tiempo de descuento
esperando entrar en el boulevard de tus labios
hasta llegar al fondo de tu alegría.
Sigo con mi cuenta atrás.
Sigo esperando que me quites los principios,
desnudes mi alma
y no se la desnudes a él.
Sigo esperando que me despeines
la magia
y vuelva a nacer un mañana.
Sí alguien me esperara así...le borraba las horas al reloj��
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